"¡Jameis! ¿¡Me has lanzado diecisiete pases!?"
Mirad. La ilusión es una hija de puta. Siempre está ahí cuando has perdido toda la esperanza. Siempre, siempre, siempre. Siempre. No te abandona. Es el típico mosquito que te está tocando los huevos e intentas matarlo. Pero, joder, es tan pequeño que le asestas tu mejor swing con la típica revista. Tus primeros cinco segundos son la hostia. "Joder, podría batear para los Dodgers" piensas. Pero no. Al sexto segundo está de nuevo tocándote los cojones eligiendo el sitio donde te vas a estar rascando durante un tiempo (dependiendo del bicho, claro). Lo mismo pasa con los Buccaneers. Llevamos unos años donde sólo nos queda esa mosca cojonera que es la ilusión. Y sólo eso. Nosotros y el mosquito tocahuevos.
¿Ilusión de qué? diréis algunos. Sí, lo comprendo. No podemos estar pensando en llegar a la Super Bowl, ni siquiera a playoffs. Diría más: ni a un récord de victorias-derrotas positivo. Supongo que es ilusión de ser un equipo aceptable. Lo más jodido es que, de vez en cuando, esta ilusión va tomando forma de realidad. Muy de vez en cuando para nosotros. Esa victoria ante Pittsburgh el año pasado, la victoria ante Saints de la semana pasada, la primera parte de la temporada de Schiano luchando para entrar en wildcard... Esos momentos en los que creemos que la ilusión se convierte en realidad y, en realidad, no es absolutamente nada más que un espejismo. Y así vamos, vagando por temporadas insulsas. Cinco concretamente.
Este fin de semana volvió a pasar.
Faemino y Cansado en versión afroamericana.
Lovie Smith fue capaz en Houston de cargarse toda una semana de optimismo. Y, posiblemente, no sólo eso. El cúmulo de despropósitos y errores que presenciamos el partido de Domingo no es una sorpresa para nosotros. El año pasado nos pusimos las botas con ellos. Pero son cosas que no esperas que pasen en tu equipo con un entrenador de prestigio en su segundo año. ¿No, Glazers?
Un equipo como son los Tampa Bay Buccaneers no puede permitirse el lujo de cometer errores si quieren ganar. Siendo sinceros, los jugadores son humanos y pueden errar en cualquier acción, pero también pueden minimizar sus efectos. Este pasado fin de semana, los Texans permitieron que los Bucs pudieran hacer algún que otro error. No son un buen equipo, ni mucho menos. Y además, tampoco son una máquina ofensiva totalmente engrasada. Pero, el caso es que perdió el que más errores hizo. Y de otra cosa no saben los Bucs, no, pero de cagarla saben un rato.
Las penalizaciones fueron, una vez más, el gran lastre de los Bucs en un partido. En la primera jugada ofensiva del partido se comete un false start. ¡En la primera! Y nada menos que Logan Mankins, todo un veterano. Se supone. ¿Cómo puedes empezar el partido con una penalización? ¿¡En serio!? En total, fueron tres en el primer drive de cinco jugadas. Pero no sólo en ataque pasan estas cosas. La defensa también dio ejemplo de lo que NO se puede hacer si quieres ganar un partido. Con un partido ajustado como el que había los turnovers eran básicos para desequilibrar la balanza. Pues sí, la defensa provocó uno bastante importante. Un fumble a Mallett. Pero, como no, fue primer down automático por holding defensivo. Por no hablar de las tres veces que habían doce jugadores en defensa. En total, diez penalizaciones para 84 yardas. Y no sólo cuenta el factor numérico, sino lo que comportan.
El ataque nunca estuvo cómodo en el campo. Vince Wilfork era un muro para la carrera, J.J. Watt era atención de dos o tres jugadores del ataque de Bucs y Johnathan Joseph hizo un buen partido. Quizá la defensa de Texans tiene más hype que otra cosa, pero el ataque de Bucs pareció colapsarse en ciertos momentos del partido. Sobretodo a la carrera. Por eso, Jameis Winston tuvo que lanzar 36 veces. Una barbaridad para un QB rookie como él. Aunque el playcalling de Dirk Koetter fue bastante bueno para evitar que la presión de la línea ofensiva de Texans llegase a Jameis, no acabo de comprender cómo a un jugador recien salido de una lesión le lanzan diecisiete pases. Mike Evans atrapó siete, pero soltó otros tantos que le hubieran dado soltura al ataque y, de paso, habrían movido las cadenas. Hablando de mover las cadenas... otro principal problema. Únicamente un tercer down convertido de doce. ¡Y FUE EL PRIMERO! Creo que alguien echa de menos a ASJ.
Por otra parte, la defensa fue un coladero en momentos clave. El primer touchdown de DeAndre Hopkins fue un gran drive de Alfred Blue. Y él mismo culminó otro gran drive para el segundo touchdown. Pese a que Lavonte David diga que esta defensa a la carrera tiene fácil solución, tenemos la cuarta peor. Difícil de creer con el talento de esta plantilla. La gente con cierta influencia que siguen de cerca a los Buccaneers ya empiezan a cuestionar a nombres sagrados de la defensa. Lavonte David no está para nada al nivel de los otros años, sí; y a Gerald McCoy se le acusa de ser un blando. ¿Es malo tener un líder en defensa que levanta a los jugadores rivales? Es posible. La agresividad y el hijoputismo muchas veces es básico para este deporte. Pero NO debe confundirse con intensidad. Eso sí, Gerald, si estás lesionado no juegues un puto snap más. Gracias.
La verdad es que Texans utilizó un playcalling ofensivo similar al que Whisenhunt diseño para Mariota. Pases rápidos y carreras. Pero Mallett no es Mariota. Pese a todo, la falta de turnovers para la defensa bucanera que sólo provocó una intercepción de Know Alexander es otro de los aspectos negativos.
Pero bueno, si hablamos de aspectos negativos el que se lleva la palma es Kyle Brindza. El kicker rookie falló tres field goals y un extra point. Sí, diez puntos. Justos los que necesitaba Tampa Bay para empatar. Y lo peor de todo es que algunos eran para ponerse por encima de Texans en el marcador. Ayer Lovie ya respaldó a su kicker, por el que dio a Tim Wright, por cierto. Pero, ¿mantendrá su confianza en él si hace otra partido similar?
Reporte de la tripulación
Palotismo - QB Jameis Winston
Las penalizaciones fueron, una vez más, el gran lastre de los Bucs en un partido. En la primera jugada ofensiva del partido se comete un false start. ¡En la primera! Y nada menos que Logan Mankins, todo un veterano. Se supone. ¿Cómo puedes empezar el partido con una penalización? ¿¡En serio!? En total, fueron tres en el primer drive de cinco jugadas. Pero no sólo en ataque pasan estas cosas. La defensa también dio ejemplo de lo que NO se puede hacer si quieres ganar un partido. Con un partido ajustado como el que había los turnovers eran básicos para desequilibrar la balanza. Pues sí, la defensa provocó uno bastante importante. Un fumble a Mallett. Pero, como no, fue primer down automático por holding defensivo. Por no hablar de las tres veces que habían doce jugadores en defensa. En total, diez penalizaciones para 84 yardas. Y no sólo cuenta el factor numérico, sino lo que comportan.
El ataque nunca estuvo cómodo en el campo. Vince Wilfork era un muro para la carrera, J.J. Watt era atención de dos o tres jugadores del ataque de Bucs y Johnathan Joseph hizo un buen partido. Quizá la defensa de Texans tiene más hype que otra cosa, pero el ataque de Bucs pareció colapsarse en ciertos momentos del partido. Sobretodo a la carrera. Por eso, Jameis Winston tuvo que lanzar 36 veces. Una barbaridad para un QB rookie como él. Aunque el playcalling de Dirk Koetter fue bastante bueno para evitar que la presión de la línea ofensiva de Texans llegase a Jameis, no acabo de comprender cómo a un jugador recien salido de una lesión le lanzan diecisiete pases. Mike Evans atrapó siete, pero soltó otros tantos que le hubieran dado soltura al ataque y, de paso, habrían movido las cadenas. Hablando de mover las cadenas... otro principal problema. Únicamente un tercer down convertido de doce. ¡Y FUE EL PRIMERO! Creo que alguien echa de menos a ASJ.
Por otra parte, la defensa fue un coladero en momentos clave. El primer touchdown de DeAndre Hopkins fue un gran drive de Alfred Blue. Y él mismo culminó otro gran drive para el segundo touchdown. Pese a que Lavonte David diga que esta defensa a la carrera tiene fácil solución, tenemos la cuarta peor. Difícil de creer con el talento de esta plantilla. La gente con cierta influencia que siguen de cerca a los Buccaneers ya empiezan a cuestionar a nombres sagrados de la defensa. Lavonte David no está para nada al nivel de los otros años, sí; y a Gerald McCoy se le acusa de ser un blando. ¿Es malo tener un líder en defensa que levanta a los jugadores rivales? Es posible. La agresividad y el hijoputismo muchas veces es básico para este deporte. Pero NO debe confundirse con intensidad. Eso sí, Gerald, si estás lesionado no juegues un puto snap más. Gracias.
La verdad es que Texans utilizó un playcalling ofensivo similar al que Whisenhunt diseño para Mariota. Pases rápidos y carreras. Pero Mallett no es Mariota. Pese a todo, la falta de turnovers para la defensa bucanera que sólo provocó una intercepción de Know Alexander es otro de los aspectos negativos.
Pero bueno, si hablamos de aspectos negativos el que se lleva la palma es Kyle Brindza. El kicker rookie falló tres field goals y un extra point. Sí, diez puntos. Justos los que necesitaba Tampa Bay para empatar. Y lo peor de todo es que algunos eran para ponerse por encima de Texans en el marcador. Ayer Lovie ya respaldó a su kicker, por el que dio a Tim Wright, por cierto. Pero, ¿mantendrá su confianza en él si hace otra partido similar?
Reporte de la tripulación
Palotismo - QB Jameis Winston
El tío que se echó peso del ataque a la espalda. Jugó muy bien pero erró en los momentos clave como en terceros downs. Muchas veces sus pases van altos. En cada partido progresa y si nadie le acaba jodiendo la carrera, podemos tener QB para años.
Otras opciones: Will Gholston, Tim Jennings, Know Alexander, Charles Sims.
Ni fu ni fa - La línea ofensiva
Grata sorpresa si pensamos en lo que creiamos que iba a pasar. Smith, Mankins, Hawley, Marpet y Cherilus dieron la talla ante tal línea defensiva aunque las puertas en las jugadas de carrera no estuvieron del todo ahí.
Otras opciones: Brandon Myers.
Bochernoso - WR Mike Evans
Dieciesete pases intentados, siete atrapados. Un par o tres no los cogió por buena defensa pero tuvo los drops que hizo fueron criminales. No se puede esperar tal rendimiento de un jugador de su nivel. Y él es consciente de eso.
Otras opciones: George Johnson, Kyle Brindza.
La jugada
Todos los drops resumidos en un video.
Power Rankings
NFL.com, Elliot Harrison (30)
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CBSSports.com, Pete Prisco (30)Anterior semana: 29
FoxSports.com (28)Anterior semana: 29
ProFootballTalk, Mike Florio (30)Anterior semana: 29
SBNation.com (30)Anterior semana: 30
Yahoo! Shutdown Corner (29)Anterior semana: 30
USA Today (27)Anterior semana: 28
ESPN.com (Rank: 30)Anterior semana: 29
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